La música tiene grandes beneficios en el
desarrollo cognitivo del niño, de manera que favorece las relaciones entre los
hemisferios cerebrales. Por lo que la música ayuda a que haya una cooperación
de ambas mitades del cerebro permitiendo la percepción coherente y global de
ésta.
Tratar la educación musical significa,
además de regular las emociones y la expresión artística, permite relacionar
funciones de la esfera cognitiva con otras del terreno de la afectividad.
Los bebés empiezan a dar las primeras respuestas
activas a la música en los primeros meses de vida, lo que se manifiesta en el
cambio de la actitud pasiva por la orientación, direccionalidad hacia la fuente
de sonido… que se generan en su procesamiento cerebral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario