¡Buenas blogueros!
Hoy les traemos un post diferente a los anteriores.
Para empezar hacer alusión al atraso de esta entrada, que
tendría que haber sido subida con bastantes días de antelación. Es por ello,
que os recompensaremos con una pequeña sorpresa a cambio de estos días de
abandono.
Primeramente queremos que observéis este video y
reflexionéis sobre ello.
Y
ahora os preguntareis, pero… ¿qué es esto?
Pues bien, es un montaje de imágenes y fragmentos de videos
de una clase realizada el pasado día 8 de Marzo en la facultad de ciencias de
la Educación de la Universidad de Cádiz. Se trata de una serie de actividades llevadas a cabo
por el profesor Sebastián, relacionadas con el desarrollo del sentido musical. Como se muestra en el video, fue una magnifica
clase en la que todos disfrutamos como niños siguiendo el ritmo de esta
pegadiza canción y mostrando nuestros dotes musicales.
Desde mi punto de vista, el objetivo principal de la
realización de estas actividades fue el desarrollo del ritmo corporal, pero más
que nada, el liberarnos de la vergüenza y expresar con nuestro propio cuerpo el
ritmo y las sensaciones que nos transmitía la canción. Además con respecto a
esta clase, extraigo como conclusión un aspecto esencial para mi futuro como
docente y es que a través de la música en Infantil, podemos fomentar la
autonomía y el conocimiento de sí mismo de nuestros pequeños.
¡Fue una clase magnífica!
Pero al igual fue la clase realizada la semana siguiente por
la profesora Sara, basada en el desarrollo de la expresión corporal a través de
la música y el cuento.
Siendo más explícitos… la profesora contó un cuento diseñado
para niños a través de una serie de imágenes que fomentan la discriminación
visual. A partir de la repetición y memorización del cuento cada pequeño grupo
debía diseñar e interpretar una representación del cuento. Por ello, cada uno
cumplió el papel de mamá pato, papá pato o patito.
Fue un momento divertidísimo, ya que en cada una de las
representaciones aparecieron aspectos únicos y originales que hicieron que nos
riéramos y disfrutásemos como niños.
Además de esto cantamos un rap que fuimos memorizando y
expresando a través de movimientos corporales.
Como resultado de esta clase, me quedo con la gran idea que
desde mi punto de vista nos quiso mostrar Sara. Y es que, gracias al cuento y
obviamente gracias al juego, podemos promover el desarrollo del espacio y el
esquema corporal a través de la expresión.
Es por ello, que intentaré realizar una actividad parecida
con mis niños, en el periodo de prácticas.
Nos vemos más pronto de lo que pensáis… con otra pequeña aportación.
¡Espero que os haya
gustado!
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